ENSEÑANZA
DIA 52: LA CASA DE OBED EDOM
¿TE ESTÁS ESCAPANDO?
Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos, y quedo a la espera de tu respuesta. SALMO 5:3
7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? 8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. 9 Si tomare las alas del alba. Y habitare en el extremo del mar, 10 Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra. 11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; Aun la noche resplandecerá alrededor de mí. 12 Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día; Lo mismo te son las tinieblas que la luz. Salmos 139:7-12
El escaparse de Dios usualmente comienza cuando empezamos a saltear nuestros tiempos regulares de oración. Nos levantamos un poco tarde y tenemos que llegar al trabajo un poco más temprano, por lo que pensamos: “Ah, bueno, voy a pasar un tiempo de oración esta noche”. Pero esa noche nos quedamos hasta tarde ayudando a uno de nuestros hijos con su tarea, por lo que decimos: “Lo haré por la mañana.” Puede haber una infinidad de cosas realmente importantes que necesites hacer.
Jesús no estaba diciendo que estén mal las preocupaciones de este mundo, el cuidado de tu familia, pagar el alquiler, ir a la escuela o a un trabajo, trabajar en tu coche, o cualquiera de un centenar de cosas. ¡Él decía que no podemos darnos el lujo de dejar que nos impidan recibir nuestras instrucciones diarias desde el cuartel general del cielo!
ORO PROFETICAMENTE…
Padre, tú eres mi prioridad. Declaro que mientras te busco a ti en primer lugar, todos los recursos que necesito me serán añadidos, no solo cosas materiales, sino también sabiduría, favor y fuerza. No dejes que nada me impida reunirme contigo todos los días. Me comprometo a buscarte fielmente para andar en tu sabiduría y en tu bendición. En el nombre de Jesús, amén.