ENSEÑANZA
DIA 10: LA CASA DE OBED EDOM
¡SEÑOR ERES MI RESPIRAR!

Mientras oraba el Espíritu Santo me sugirió moverme al Salmo 150:6
Todo lo que respira alabe al Señor. Aleluya.
Inmediatamente después El Espíritu santo me movió a Job 33: 4…
El Espíritu de Dios me hizo; el aliento del Todopoderoso me da vida.
Entonces luego de leer Las Escrituras El Señor me hablo…No hay asfixia para los que esperan en MÍ…Respira y adórame, todo obedecerá a la voz de MÍ ESPÍRITU…Muchas cosas serán movidas de lugar, Te guiaré por el camino correcto…Te enseñaré mis caminos… Mis caminos conducen al cambio…Construyo y rompo. Es mi naturaleza transformar y hacer cosas nuevas. Siente Mi aliento en tu rostro; siente el calor de Mi Espíritu. Permíteme entrar en tus pulmones, tus venas, tú mismo ser. Hoy es un día de renovación. ¡Adórame, hijo respírame!
Piensa ahora que el aire que respiras está cargado del poder y de la presencia de Dios…Permanece ahí el tiempo que puedas… ¿Prestas atención a cómo respiras? A los 10 segundos de nacer, el impacto de llegar a un nuevo y desconocido mundo hizo que tus pulmones se pusieran en acción y respiraras por primera vez. Y no dejaron de funcionar desde entonces, con un promedio de unas 16 respiraciones por minuto para un adulto en reposo, o 23.000 al día. A los 30, inhalaste y exhalaste aproximadamente 250 millones de veces.
Nos olvidamos del aire, ni siquiera pensamos en él, pero es lo más necesario de la vida: Se puede vivir 21 días sin comida, una semana sin agua. Sin aire, no aguantas más que minutos. ¡La misericordia de Dios, se ve reflejada en la primera bocanada de aire de cada mañana al despertar! Lamentaciones 3:22-23. Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Tu Eres Mi Respirar… Dios, tu presencia vive en mí…Eres mi pan, Señor Dios, tus palabras fluyen en mí…Y yo te anhelo, Señor… Estoy perdido sin ti…