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Trump en el Desayuno de Oración: ‘Hay que traer a Dios de vuelta a la vida de EE.UU
Apostó por la defensa de la libertad religiosa y detener los prejuicios anticristianos mediante un grupo de trabajo y una Oficina de la Fe.
El presidente Donald Trump participo en el Desayuno nacional de Oración ayer jueves, marcando su regreso a un Tradición bipartidista de Washington a la que han asistido todos los presidentes de Estados Unidos desde Dwight D. Eisenhower en 1953
Trump también habló en un segundo desayuno de oración en un hotel de Washington, organizado por separado del evento oficial del Capitolio, y en el que se priorizó la oración por encima del desayuno como acto oficial.
El presidente, que se define como un cristiano no confesional, calificó la libertad religiosa como “parte de los cimientos de la vida estadounidense” y pidió protegerla con “absoluta dedicación”.
“En los últimos años, hemos visto esta sagrada libertad amenazada como nunca antes en la historia de Estados Unidos”, continuó Trump, afirmando que la administración Biden participó en una “persecución” contra cristianos devotos.
Donald Trump anunció la creación de un grupo de trabajo, encabezado por la secretaria de Justicia y fiscal general Pam Bondi, para “erradicar los prejuicios anticristianos” dentro del gobierno federal y en la sociedad estadounidense en general. “Ya era hora, ¿no?”, dijo a los congresistas.
Aunque el anuncio generó reacciones encontradas. Una de ellas fue la de la organización Americans United for Separation of Church and State, que criticó la iniciativa. Argumenta que será usada para justificar discriminación bajo la apariencia de libertad religiosa.
Trump, sin embargo, reafirmó su compromiso con la fe cristiana en particular, mencionando que su relación con Dios se fortaleció tras el intento de asesinato que sufrió en 2024, lo que lo llevó a hacer un llamado a “traer a Dios de vuelta a la vida de los estadounidenses”.
Algunas de las frases de su discurso
“Creo de verdad que no se puede ser feliz sin religión, sin tener esa creencia”, dijo Trump en el Capitolio. “Recuperemos la religión. Recuperemos a Dios en nuestras vidas”.
"No me gusta la gente que usa su fe como justificación para hacer lo que sabe que está mal. Tampoco me gusta la gente que dice: 'Oro por ti', cuando saben que no es así”.
“Me siento aún más fuerte”, continuó. “Creía en Dios, pero lo siento ahora mucho más fuerte. Algo sucedió”.
Más tarde, hablando en un desayuno de oración organizado por un grupo privado en un hotel, al igual que en su discurso de investidura repitió que “Dios le salvó” el pasado verano de un intento de asesinato en Pensilvania (noreste). Tras este comentario, criticó a la administración Biden y celebró sus recientes medidas contra la imposición de la ideología de género.
“Erradicar los prejuicios anticristianos”
En cuanto al grupo de trabajo para “erradicar los prejuicios anticristianos” explicó que su misión “será detener inmediatamente todas las formas de focalización y discriminación contra los cristianos en el seno del gobierno, incluido el Departamento de Justicia, (…) el servicio de impuestos internos, el FBI”, prosiguió.
Según el republicano de 78 años, el grupo de trabajo también “perseguirá la violencia anticristiana y el vandalismo en nuestra sociedad” y defenderá “los derechos de los cristianos y las personas de fe en todo el país”.
Donald Trump también anunció la creación de una “oficina de la fe” en la Casa Blanca, que estará dirigida por la televangelista Paula White, su asesora espiritual.
