Comenzando con la entrevista Julio nos manifiesta que se desempeña como entrenador profesional de fútbol y misionero a tiempo completo

El es Julio Marcos Balbuena, nació el 4 de mayo de 1981 en la ciudad de Posadas, capital de la provincia de Misiones- Argentina, tiene 38 años, está casado con una hermosa colombiana quien se llama Laura González y tiene 2 hijos, Samuel Josías de siete años y David Emanuel de cinco años.

Tuvo una infancia y juventud buena aunque lejos de Dios, a los 21 años conoció al Señor, un año después que sus padres, nos comenta que el primer año no tenía un compromiso con el señor Jesucristo, pero ya en el segundo año Dios toco fuerte su corazón y lo desafío a servirle con todo, así empezó a hacerlo con un fuego encendido en su interior, comenzó a ser líder de Jóvenes pero no tenía una relación íntima constante con Jesús y manifiesta que es la razón principal bajo su parecer del enfriamiento en los Cristianos. En su caso fue totalmente así, después de un año y medio empezó a darse ciertas licencias indebidas y abrir puertas al pecado, casi sin darse cuenta empezó a vivir una doble vida, en la Iglesia era uno y en su vida íntima era otro, así estuvo un año y medio hasta que llegó un punto en donde dijo así no…

Nos comenta que en ese tiempo una amiga le habló de un Ministerio y una escuela de discipulado, donde tomo esto como un desafío " la última oportunidad" y decidió salir de su tierra por primera vez sin saber lo que Dios tenía planificado para su vida. Así fue que en marzo del año 2006 salió hacia la provincia de Mendoza con una Misión, a capacitarse en la E.D.E (escuela de discipulado y entrenamiento), nos sigue comentando que no iba con un llamado misionero ni a entrenarme para serlo, solo iba buscando restaurar su vida.-

Junto con su esposa le sirven al señor hace 13 años en Jucum, nos manifiesta que ha vivido cosas muy difíciles y momentos de extrema alegría como casarse y tener a sus dos tesoros prestados por Dios, en el año 2010 Dios los desafío a salir de Argentina y servirle en Honduras, esta fue otra gran decisión que los hace vivir en el centro de la voluntad de Dios, hoy después de 4 años de servirle en Tegucigalpa dice que están felices de la vida que Dios les ha permitido vivir en este maravillosos privilegio de conocer a Dios y darlo a conocer.-

Andrea Ruiz - Godsend Multimedios