El artista confesó que su enfermedad lo llevó al borde de la muerte, una situación que doblegó su orgullo y le permitió acercarse más a Dios.

Raymond Ayala, mejor conocido como Daddy Yankee, compartió el pasado domingo su testimonio en la iglesia “Refugiados en su Presencia” de Puerto Rico, donde ofreció detalles de su conversión definitiva al cristianismo.

Ayala, de crianza católica, narró ante la congregación que pisó por primera vez una iglesia evangélica a los 19 años de edad, sin embargo, salió de allí al no entender las manifestaciones del Espíritu.

A pesar de eso, explica que siguió escuchando la palabra de Dios, pero se apartó por orgullo, debido a una ofensa que no pudo tolerar. Contó que posteriormente, retomó sus sueños de ser cantante.

“Me costó 20 años volver al camino. El orgullo fue lo que me separó de Dios, por eso es bien importante cuando estamos en el camino, reconocer nuestra debilidad. El ser humano no nace con humildad, nace con orgullo. Nosotros tenemos la humildad a través del Espíritu Santo. La humildad es la raíz de toda justicia y el orgullo la raíz de todo pecado” dijo.

El "aguijón" de Yankee

Raymond comparó su historia con la narración bíblica de la Torre de Babel debido a que, durante muchos años, pensó que nadie lo podía detener; una actitud que mantuvo hasta que según el, Dios “le envió un verdugo" para su salud.

El ex reguetonero explicó que estuvo a punto de morir en 2016; año en el cual hizo público su padecimiento por la prediabetes, enfermedad que le afectó su ritmo de vida y le impidió cantar en Colombia durante algunas fechas.

El apodado “big boss” dijo en ese entonces: “Yo le digo al Señor, por favor, dame la oportunidad. Si tu me revives, y me ayudas, yo te voy a servir”.

Ayala dijo que Dios en su misericordia lo levantó y fue en ese año cuando se entregó a Cristo, sin embargo, advirtió que sus batallas continuaron. “Tuve que luchar con la hipertensión, la azúcar, tuve noches insomnio, noches llorando por la madrugada y pidiéndole a Dios que me ayudara a dormir” comentó.

El cantante manifestó que, si Dios no colocaba ese “aguijón”, no iba a prestarle atención. “Me dijo, tienes que aprender a depender de mi… tienes que desaprender para aprender” señaló Raymond, visiblemente emocionado, pero narrando su testimonio con autoridad.

¿Cuál es tu ídolo?

Durante su intervención, Raymond invitó a la congregación a preguntarse cual es ese ídolo que no le permite a Dios ser la prioridad. Confesó que, para él, ese ídolo fue su carrera musical.

“La vida de los elegidos es una vida de sacrificios porque para ser del Reino y seguir a Cristo, tienes que renunciar a eso que más tu amas que sabes que te aleja de Él” enfatizó.

Ayala explicó que ahora tiene una “mente bíblica”, y eso lo salvó de la ansiedad y la depresión. Manifestó la importancia de esforzarse en pensar en Dios y abrirle el corazón para que pueda actuar y dar la paz.

Finalizó recordando que los testimonios asombran, pero lo que cambia es la palabra de Dios. También hizo un llamado a ser agradecidos y perdonadores.