En la biblia, la palabra griega katapausis, denota “descansar; calmar los vientos; un lugar de descanso; metáfora de la bendición celestial en la que Dios habita y de la cual ha prometido hacer partícipes a los creyentes perseverantes en Cristo después de que terminen las pruebas de la vida en la tierra”.

Una persona descansada es una persona pacífica. Cuando nos establecemos en la paz de Dios, tomamos decisiones sabias y funcionamos mejor. La mente se aclara y el cuerpo se siente mejor. El descanso es vital.

Existe el descanso físico, que es importante; pero también existe el descanso espiritual, que proviene de Dios. Es una paz y un frescor que va mucho más allá de la capacidad humana, pues proviene de la confianza en Dios. Creo que Dios lo quiere llevar hoy a un punto en la fe que generará un descanso inusual. Ya no se sentirá abrumado por las luchas a su alrededor. Ya no tratará de resolverlo todo por su propia cuenta, sino que se rendirá y confiará en Dios en cada aspecto de su vida. Confiar genera descanso, el descanso a su vez produce paz, y los planes y decisiones que nacen en medio de la paz, son mucho más saludables.

ORO PROFETICAMENTE…

Padre, te doy gracias por el descanso inusual que me das. Decreto que mis pensamientos están llenos de tu paz. Decreto que pienso y medito en tus promesas. Decreto que mi mente está plantada en ti. Decreto que mi espíritu está en reposo porque eres mi Padre. Decreto que mi vida está impregnada de tu descanso por todas partes. ¡No me esfuerzo ni lucho, porque estoy plantado en ti y tú eres bueno! En el nombre de Jesús, recibo tu descanso en mi vida. Amén.